miércoles, 12 de octubre de 2016
Callar no es dejar de decir
Callar no es dejar de decir
El silencio a veces es una palabra, una sílaba que se imprime con los labios apretados. El silencio dulce, no el amargo silencio de la vergüenza, es por cierto un ser suspendido en el aire, una bailarina que saltó, un segmento de la discontinuidad de lo continuo, de lo perfectamente tiempo.
Yo quiero hacer silencio. Silencio.
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