Buscar y encontrar

Aquí la tierra se funde con mis manos

jueves, 31 de julio de 2014

Estrella de papel



Pertenezco ya a esa multitud que transita, como ahora, a las siete, medio dormida, medio hastiada por sobre su preocupación, a través de las autopistas y las calles para llegar a las nuevas y viejas vertiginosas rutinas empresariales, de casa al trabajo y del trabajo a la casa. Ya he perdido el hilo de mis sueños a cambio de un poco de metal para el pan en mi mesa. Ya la estrella se destiñe y va perdiendo su lugar en el cielo, su lugar en el mundo. Y entonces, casi imperceptibles, mis manos van cavando un pozo. Pero todavía tengo un puño que los años no han podido quebrar. Es el puño de mi letra que nombra, escribe y pinta en un cielo de papel, luchando contra lo chato, la nueva estrella dorada. Si estoy falto de sueños, al menos una fantasía puede contrarrestar el agujero del mundo.

  

domingo, 27 de julio de 2014

Lo Uno



Lo Uno

Todo
La nube, el sol, la hierba,
Nosotros, el café, el automóvil,
Dios, quizás, si es que existe Todo
Todo
Los árboles y sus pájaros nidos
La tertulia de ayer y el sueño dormido
Todo
Ayer, hoy, mañana, tal vez Todo
Todo
Todo
Todo
Del otro lado la Nada
Exactamente la nínguna Nada
Todo todo
Nada nada
Todo nada
Todo

Todo


Mar del Plata de noche




Desde que el sol se puso y después de las primeras escasas estrellas, Mar del Plata brilla con la luz de la luna llena. Reflejada en las pequeñas crestas de las olas,  en las caras que miran el horizonte negro, abrazadas o solas, sobre un rincón de playa ciega ,o tal vez en las manos que pintan en sombras sus propios homenajes sobre alguna roca en Cabo Corrientes, o también en los labios que fuman la brasa que crepita anaranjada mientras se acodan los cuerpos sobre el borde de la rambla, ella, la luna, hace lucir toda la ciudad. El calor menguante, convertido en resabio de la tarde que guarda enterrando los pies un poco, una tibieza secreta, parece haber encapsulado el vapor en una nube de gente que va y que viene por Colón para llegar al bar de una esquina y no hay sueño dormido que no sea despertado por esa multitud. Las luces eléctricas como dioses terrenos derraman su espectro sobre calles y edificios. 


sábado, 26 de julio de 2014

El imposible primer enunciado


a Hernán Tenorio


La huella del otro, la influencia, el contrapunto o la parodia del otro. Las sentencias todas tienen su pie de apoyo, su antinomia o su condenación. Cualquier enunciado es, por lo tanto, incapaz de ser fundante, siempre uno, desmemoriado.¿Quién será quien puso a rodar esa rueda? ¿Cuál es el cero de la historia? ¿No será acaso que vamos por una escalera caracol ascendiendo con esfuerzo y sin embargo alguno ya lo pensó, ya lo dijo, ya lo hizo de alguna manera?


viernes, 25 de julio de 2014

La nada



Al principio no hay nada. Uno se deja llevar por esa imagen vacía y blanca.

Pensar se piensa con sujeto y predicado, pero, al principio, solamente ese silencio pasivo e inmenso de nada. Es eso y nada más. Y uno se arrastra en esa vagancia que percibe sin pensar o decir. Después se ve cómo. Hay que bucear en el mar de las cosas para encontrar un hueso de imaginación que nos permita roer algo. Pero antes que nada, nada.

 Me permito decir que cualquier cosa posible de ser o de imaginarse es al menos también posible de escribirse, de decirse, de pensarse, de hacerse (en algunos casos) y, posible desde luego, de crearse, finalmente.

 Mi esfuerzo ahora es tratar de imaginar cómo es ese principio donde no se piensa, no se dice, no se escribe, no se hace nada. Entonces trato de encontrar palabras que no dirán lo que tienen que decir, pero que intentarán ponerle nombre a ese limbo ingobernable para el lenguaje, el pensamiento y la acción, dado que se trata de su contrario absoluto.

 Vacío, blanco o negro de nada. Ni sujetos ni predicados ni verbos describen esa nulidad. En esos casos somos nonoes de nada, salvajes nuguimetrófogos de las constelaciones agujereadas y negras. Después decidimos, cuando viene un pájaro por ese desierto de la tierra de las nodinas tugurientas, ponernos a pensar, a decir, a armar este mundo que sin embargo nos trajo...


domingo, 20 de julio de 2014

Paz



A veces, ni el fin ni el precio de lo justo es el bien o la verdad. La guerra de sangres no se justifica por más argumento lógico, ontológico, teleológico o místico que intentemos darle a nuestras batallas armadas. La muerte jamás es heroica. La muerte es simplemente eso, final de toda posibilidad. Aniquilación y fundamentalismo.






Religión



La noche se hizo para el vuelo nocturno de una diosa sin nombre. Su par de alas azules reflejan la luz de la luna. Estrellas fugaces le adornan la cresta con corona de guirnaldas y laureles de oro le encienden la sien. Sobrevuela en la atmósfera de mis pequeñas ilusiones y le rezo mil versos y canciones. He parido una divinidad y creo en lo que creo con mis propias manos: he levantado el oráculo y puesto una imagen diminuta de la hermosa voladora, la misma que parí entre dedos e ideas. Otra fe ha caducado: la esperanza de palabras vacías y eternas nadas sacramentales me reivindicó sobre mí mismo, y entonces fui demiurgo, profeta, testigo; creador y creación al mismo tiempo que se separa del cielo, sin embargo, y ruega sin nombre las palabras azules.


sábado, 19 de julio de 2014

Las nubeologías



¿Quién dijo que era el fin de las meteorologías?

Sustancias etéreas y vagabundas del aire.
Sólidas o líquidas, pero más que nada gaseosas y combustibles.
Se abren, se cierran, luchan…
Por miedo a perderse se transforman en dogmas.
Por miedo al fracaso se desdibujan y negocian con otra cosa.
Yo tengo por seguro un puñado de vida, y sin embargo, todo es y existe por las nubes que van, que vienen, que se abren, que luchan, que se ganan, que se pierden.
Entre el cielo y la tierra, esos cúmulus nimbus.


sábado, 12 de julio de 2014

Luna menguante



Reflejo de agua
Tu cara me mira.
Destello de luna
Impacto de sol.
Peligro de cielo,
Te miro los ojos.
Pulsión de la vida
Se vuelve canción.
¡Qué importa la musa!
¡Bendita la risa!
Lugar de tu cuerpo
Religio de amor.
Más luego te rutas al Norte, migrante
Te vas y me dejas
Tu luna menguante.
Serena se hunde redonda
Tu cara
Mañana la roja
La bola del sol.