Buscar y encontrar

Aquí la tierra se funde con mis manos

martes, 31 de enero de 2017

Esto que pasa




Esto que pasa

Cómo ha sido el tiempo conmigo, tan ingrato, tan volátil, sin lugar donde ubicarse mis propósitos y mis recuerdos, que todo lo lleva puesto como un sombrero de ala ancha, para el olvido, para la memoria trunca, esa imagen de la cual no es necesario hablar mucho porque cruel es el destino y la sentencia de los años. Y qué ha sido de mí en tantos añares y rutas sino lo que mi cuerpo desgastado fue queriendo asemejarse. Quise ser a veces el trovador y el cantante de alguna historia o poema que le diera sentido a muchos, o tal vez a algunos. Y lo que más nostalgio no es la infancia, ni la adolescencia pasada, ni tampoco la madurez de los recientes años. Nostalgio mi presente entumecido, como perdido en alguna vaga inclinación sentimental que podría sanarme de esta estupidez humana que me habita. Uno es lo que hace o lo que quiso ser haciendo. Pero en mi caso son tan pocas las estrellas que me quedan en el cielo que prefiero ir enterrándome solo y por duelo de mí mismo. Vivir, para vivir, hace falta coraje y virtud, y yo soy aquel que peca de todo y no arma nada de su existencia. Soy esto nomás y quizá no me arrepienta, que todo el mundo tiene su fracaso y su pedantería. Yo mismo tengo mi orgullo de ser esto que camina. Y si no tengo meta clara, ni perfume advenedizo, que se sepa dones y damas que aquí yace un testigo. Porque se es testigo de uno mismo cuando el tiempo borra sus huellas. Y no es por lastimero y darle pasto a los camellos. Yo prefiero seguir siendo el que quiere ser aunque no lo sea, el que camina aunque siempre rodee el círculo del por qué y del por cuánto. Mi vida es esto que me pasa.








lunes, 30 de enero de 2017

Los héroes





Los héroes idílicos jamás estuvieron allí; los que conocemos, los que habituamos a encontrar en el pasado o el porvenir, son fantasmas hermanos de nuestros deseos; los otros. los de carne y hueso, los que salen en las fotografías, los que a la par llevar el mismo nombre, el mismo apellido de aquéllos, fueron nuestra esperanza, nuestra ilusión, quizá un ejemplo, pero jamás inmortales sin pecado concebido.





sábado, 14 de enero de 2017

El mate


El mate

Concibo el acto de la ronda mate como si fuera más que un símbolo circular, como si fuera más que una conjunción popular, más que una confraternización de los que piensan y hablan, más que un, como más que un, no sé cómo decirlo. Pero le debo tanto a la yerba mate y la calabaza seca y ahuecada que merece unas lindas palabras redondas, lúcidas, transparentes como el agua caliente que se vierte adentro de uno. Hay gente que le gusta más el café, sentarse a la mesita de una esquina del pueblo y tomarse unos cafés negros o cortados. Yo soy más del lado del amargo porque se comparte la bombilla. Porque, a fin de cuentas, se pasa de mano en mano como una caricia, como un corazón más. Y del mate tomaron muchos buenos poetas y narradores, muchos gauchos y peones, muchos muchos otros. Yo lo veo al mate y me parece una solidaridad, un hacerse otro, una compañía de grupo que se prepara para algo bueno.





miércoles, 11 de enero de 2017

El sueño que no viene



 El sueño que no viene


Cada vez que cuento porotos para poder dormir, que doy vuelta la almohada, el colchón, el sueño que no quiere, cada vez que el insomnio me visita y yo cierro las cortinas y las ventanas, cada vez que no duermo por culpa de algún mandinga suelto, yo rezo tanto, con un pedazo de sábana cual un monje benedictino. Pero los rezos son tan variados que tengo tantos dioses como porotos, tantas súplicas como estrellas de magrugada, tantas vueltas en la cama como trompos tiene un día. Y es ahí, en la cama, en ese espacio de tiempo y lugar donde se reúnen todos los credos, todas las esperanzas, todos los bostezos.




martes, 10 de enero de 2017

Memoria de un amor



Memoria de un amor


Dónde pongo las luces que me dieron de ver los ojos. Dónde pongo el perfume que me hizo sentir la nariz. Dónde tu mano lisa que dio vida a mis dedos. Dónde dónde ahora en la penumbra. Dónde pongo el beso sobre el beso, la ternura sobre el mantel, el manjar de tus pechos, la corona de laurel. Penumbra. Penumbra. Ya no queda ni ceniza. Dónde pongo el silbido del amor. el pañuelo de hasta la vuelta, las cortinas remendadas y el sofá de los pies de fuego. Sólo es memoria tu abrazo, ahi donde el sitio es eterno.