Buscar y encontrar

Aquí la tierra se funde con mis manos

lunes, 25 de diciembre de 2017

la idea repetida





Desde algún lugar ignoto sube hasta mí una especie de idea --una sensación de idea-- y se clava de repente en algún otro sitio de mí mismo (¿la conciencia?, ¿la memoria?, ¿los sueños?). Lo cierto es que esa idea o como se llame tiene tu cara y tu nombre grabada en su faz; es como si tu recuerdo (aunque no sea exactamente recuerdo) viniera a plasmárseme sobre el tapete de mi mañana, de estas ocho a eme que quisieron pertenecerme pero que ya huyen despavoridas y dan lugar a tu cara y tu nombre. Ni hace falta evocarte: te has venido a meter por algún orificio que descuidé; porque yo no hice jamás un esfuerzo para que entraras. Te fuiste metiendo vos sola, inadvertida al principio, pero patente en estos últimos días.

Las noches pasan. Los días pasan. Las horas pasan. La obsesión, entretanto, se hace cada vez más difícil de sortear. Cada vez más sos vos en mí, esa idea repetida de vos en mí, esa idea suculenta que me empacha y me hace incorregible. Sanar, sí, de eso se trata; quiero borrarte del mapa, pero no tengo medios para. ¿Será que has sido mi primer amor y por eso cada cosa que sucede la entiendo con la luz de aquella mirada fina que me brindabas mientras te servías el café negro que compramos en Colombia? No lo sé. De verdad no lo sé. A veces pienso y recorro aquellos nuestros días como si fueran cosas pequeñas y sin importancia, pero he visto que hasta el mínimo beso que me dabas de lleno en la boca cada mañana tiene un rigor inevitable. Vos fuiste la luz, y yo la sombra que necesita del rayo siempre para reverdecer sus laderas.





martes, 19 de diciembre de 2017

No será




No será

Esto no será
una poesía de amor
ni una declaración
de un amante que hierve
su corazón hacia el punto
del deseo

Esto no va a ser
una poesía romance
ni una búsqueda
de encuentro de almas
ni tampoco será
-¿será?-
un amor expuesto
a una columna de fuego

Esta poesía
si es que es poema
en realidad es
tu cuerpo deslizándose
sobre arpegios y corcheas
tus caderas bailando
sevillana y flamenco
tus manos
dulces palomitas al vuelo

Porque no tengo razones
para decir que esto es aquello
ni que aquello está más cerca
que lo íntimo y secreto

Esto no será amor de poemas
ni poemas enamorados
solo un poco cortesía
de un dichoso enajenado





domingo, 17 de diciembre de 2017

la palabra




Amasar la palabra hasta que cruja; de eso se trata el deseo. Poesía invertebrada que tienta su estancia sobre un barranco cual cascarudo de la noche, volador. Libertad. Libertad es vérselas con el deseo y hacerlo uno en el poema; porque si no bailara esa pequeña luz de fuego dónde estaría entonces mi amada sinrazón. ¿Dónde?




domingo, 10 de diciembre de 2017

La tarde




La tarde

La tarde ingresa a través de la ventana con su  diáfana y difusa luz de las dieciocho; mis codos desarmados sobre la mesa de madera, que el bar de la esquina inserta en la tarde, extiende mis brazos sobre la tabla y abre mis manos como una camelia florecida. De la tarde ingresada sobre la luz del día un pájaro canta su dulce estrofa. De mis manos abiertas solo se esperan unos abanicos pensados como higueras, un ramal de dulces trinos cantando sobre cada dedo. El viento del oeste seca la tierra, y el pueblo se seca: consecuentemente. Es verano pampa, de esos tiempos irreales donde el calor hace una estatua de sal y de arena en cada plaza de jolgorio. Los niños no tienen reparo del sol y ven en él al amigo con hamacas. Un viejo temeroso y ajado, de muchas arrugas como un bicho en crisálida agonía, sumerge su cara negra abajo de un enorme gomero. Y la tarde se va cayendo como un embate en un golpe de box, pasa de su luz a su renegrida sucesora noche.