domingo, 27 de octubre de 2013
Nulo
Pienso y pienso y pienso. Hoja en blanco, mente blanca como una hoja sin nada. Pienso, pienso y pienso. Como tratando de exprimir una naranja que está seca, a la que ya le sacaron el jugo mientras colgaba de la planta. Seco, reseco, una mente llana sin nada que decir, pero mucho que contar. Contando: uno, dos, tres, cuatro…y nada viene. Adiós a las musas y a sus encantos. Muerte blanca como el hielo azul de unas tinieblas negras. Nada, nada y nada. El tiempo corre y pienso que pienso que hago como que estoy pensando en algo. De pronto una idea gris, desdibujada, fuera de foco, casi invisible. Entonces la busco, trato de acercarme como un miope para entender. Casi casi la tengo entre las manos. La encierro, la encuentro y la amo. Sí, ya la tengo, la tengo en la punta de mi lengua, pero no, no me sale. Es inútil, todo blanco otra vez.
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