Ya las constelaciones coparon tus ojos: el brillo de cada
estrella deambula en tus pupilas. No hay noche oscura ni subterránea tristeza.
Ya despiertan los gorriones de tanto sol.
Si una lágrima parpadea en tu pestañea, reflejo de amantes luces, que sea el faro de mi balsa y naufragio de mi sonrisa.
Todo lamento se seca con el roció de tu mañana.
Si una lágrima parpadea en tu pestañea, reflejo de amantes luces, que sea el faro de mi balsa y naufragio de mi sonrisa.
Todo lamento se seca con el roció de tu mañana.
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