domingo, 24 de agosto de 2014
La palabra
Si el impacto de luz que refleja la luna sanara mis manos sucias de tiempo y de odio, vería brotar de ellas las caricias más solícitas del mundo. Pero los años han quemado mis líneas en las palmas, el destino se ha borrado y fulminado y el amor se ha vencido ya como un café frío y sin espuma. No pretendo tu abrazo ahora, el cielo será testigo del barro y la sangre en mis uñas. Mas una palabra, una sola e ínfima palabra, dará a luz a un hijo. Razón y locura, llanto y sonrisa, lugar y desierto en mis olas perdidas.
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