Buscar y encontrar

Aquí la tierra se funde con mis manos

jueves, 30 de octubre de 2014

Luján



Muchas caras y risas que desbordan hacinadas y se caen, pero ninguna mano tendida surcando el desierto. Y dar el corazón es verlo partido siempre a favor de una causa sin fondo ni cima. Llamar alzando la voz y escucharse uno al rato con el eco del silencio. Eso. Un sinnúmero de voces repetidas y espejadas que dicen lo que uno repite, lo que uno ya sabe, lo que uno se cansa de nombrar, o la basura de siempre tapando el desagüe de la tristeza y haciéndola estallar en la gran inundación. Gente que vive a resguardo de todo y no sabe lo que es morder bulones acaba de regalarme un bote sin precio y sin fuerza para evacuarme de todos lados y pudrirme en la humedad de mis temores. Ni la Catedral ni el Poder serán amigos de este cerdo chapoteando en las aguas negras.


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