Buscar y encontrar

Aquí la tierra se funde con mis manos

viernes, 28 de noviembre de 2014

El calendario




El calendario


La ola me atraviesa y voy formando parte de su espuma. Rabioso, el mar se funde en mi sangre que se enfría con sal. No obstante, mantengo de pie la vida y la costumbre de ir y venir con el tránsito por las arterias de Buenos Aires, hasta la oficina pegada a un cielo incapaz de mostrarse. Veo por entre las rendijas de ese smog de carpetas e informes,  por detrás de ese humo de gas que me viene de golpe cada lunes, una estela, un brillo, una reverberación de agua, de cielo y de arena que contengo en algún hueco entre una imagen fantasmagórica y una foto postal.

La ola me atraviesa y voy formando parte de ella. Soy el mar embravecido y sus olas enormes. Despierto o soñando, miro, sin que las otras miradas logren saber, la foto en movimiento y a mí, metido entre la espuma, mezclado con el frío que me pasa a la sangre y me lleva a un horizonte distinto, más allá de las paredes, de las fotos o los pasillos. Toco el turquesa con la yema de mis dedos, pero al mar no le alcanza mi mirada. Voy siendo metido hacia arriba de la primera ola y mi sangre ya está hecha de agua que cambia de turquesa a azul marino, y después a verde y a violeta.

Y soy el mismo. Aquí y allá. Una parte entre estas paredes y la otra siendo parte del revoltijo salado.





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