Buscar y encontrar

Aquí la tierra se funde con mis manos

lunes, 17 de noviembre de 2014

Fin

FIN

Las luces no están encendidas; las luces jamás se encenderán. El cielo raso invisible; el piso de baldosas, invisible. La ventana, marco del cielo sobre el que se posan las miradas, destella. Noche. Tumulto de sueños que se pegan y se amontonan. Más allá, del lado de la carretera con los focos apagados, un croar entre los pastizales y la laguna. Llegó el día., la noche en realidad. La noche de todas las noches que vigilan los lobos. Aullido. Manada de aullidos que conforman un unívoco llamado a la luna. La luna y las estrellas. La luna y las estrellas van como órbitas errabundas a sumergirse en la laguna. Del brillo, de la luz del cielo de fondo negro, solamente quedan las luciérnagas, al ras de la tierra. De a poco, ellas también pierden su energía. Ahora, ni las lámparas, ni las estrellas, ni la luna por rebote del sol, ni los bichos, ni nada que pueda aparecer como brote de razón, ojos, conciencia, limbo de luz, se…proyecta en ninguna superficie, en ningún color. Desaparecemos. Somos invisibles y las miradas se apagan al mismo tiempo que el fin del mundo, que el fin del sol.



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