Uno, sólo uno. Soy, no de azúcar (la lluvia no me lavará). Pero sólo soy uno solo. La vida se me dio, sin permiso ni por premio de nada. Es. Ni dichosa (aunque sea), ni triste (aunque sea). Es. Y estoy solo con ella. De ella he de encargarme, con ella haré mi existencia y mi pasar, solo. No hay nadie, nadie habrá --por más manos que me echen-- alguien que responda los porqués de mi dicha o amargura. Soy yo, gris de silencio en verdades. No tengo ni una sola verdad. Pero sí una sola certeza: estoy para ganarle a la lluvia.
miércoles, 19 de noviembre de 2014
Quién
Quién
Uno, sólo uno. Soy, no de azúcar (la lluvia no me lavará). Pero sólo soy uno solo. La vida se me dio, sin permiso ni por premio de nada. Es. Ni dichosa (aunque sea), ni triste (aunque sea). Es. Y estoy solo con ella. De ella he de encargarme, con ella haré mi existencia y mi pasar, solo. No hay nadie, nadie habrá --por más manos que me echen-- alguien que responda los porqués de mi dicha o amargura. Soy yo, gris de silencio en verdades. No tengo ni una sola verdad. Pero sí una sola certeza: estoy para ganarle a la lluvia.
Uno, sólo uno. Soy, no de azúcar (la lluvia no me lavará). Pero sólo soy uno solo. La vida se me dio, sin permiso ni por premio de nada. Es. Ni dichosa (aunque sea), ni triste (aunque sea). Es. Y estoy solo con ella. De ella he de encargarme, con ella haré mi existencia y mi pasar, solo. No hay nadie, nadie habrá --por más manos que me echen-- alguien que responda los porqués de mi dicha o amargura. Soy yo, gris de silencio en verdades. No tengo ni una sola verdad. Pero sí una sola certeza: estoy para ganarle a la lluvia.
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