Buscar y encontrar

Aquí la tierra se funde con mis manos

sábado, 15 de noviembre de 2014

Sueño

SUEÑO

Duermo. Sé que estoy durmiendo y tengo plena conciencia de las sábanas que me envuelven, pegoteadas por el calor de la noche de noviembre. Duermo y soy plenamente vigilante de mi estado somnífero. Pero duermo sin sueño: es como una blancura de leche en mi consciencia que no deja asomar ni las narices del inconsciente. Pensándolo bien, toda la teoría freudiana se cae. Pero… ¿qué veo? Ahora un caballito de mar, mi sueño es un caballito de mar colorado y con el fondo blanco que se va tiñendo de a poco de turquesa o azul francia. Y entonces viene Freud, montado ahora en el caballito rojo de Poseidón y me hostiga diciendo que tengo un deseo sexual, que el caballito es un símbolo de virilidad y que quiero copular con la vendedora del acuario que visité ayer. La teoría freudiana resurge de nuevo y empiezo a soñar con Mariela vestida de agua, hecha sirena, arrojando caballitos de mar y ostras con perlas. Yo me envalentono y empiezo a soñar en serio que voy nadando hacia ella en mi caballo rojo como un sagitario echando espuma por la boca, que la agarro y la abrazo con mis brazos, pero que todo se vuelve negro: ya no hay caballitos ni sirena, ni tampoco azul marino o Marielas. Negro fondo oscuro y ninguna imagen o cuerpo adelante. Una cortina opaca que se cierra definitivamente. Ahora una luz se enciende y el sol se asoma por la ventana donde vienen a posarse todos los amaneceres.




No hay comentarios:

Publicar un comentario