Buscar y encontrar

Aquí la tierra se funde con mis manos

miércoles, 18 de noviembre de 2015

un café


un café


Me sirvo un café en la noche de los infantes. Es negro y caliente como una idea que sube, que se endereza, que se sostiene arriba y aquí, entre párpados y lunares viejos. Mi espíritu de noche, de trasnoche, de día y de insomnio, lo testea, lo imagina y lo busca como una madre a su niño, como un amor a su cielo. Su vapor se deja ser saliendo de su taza como si desde el asa se empujara el deseo. Así ha de ser su convite misterio, su hermosa sustancia, su loca piedad, su rara natura, sus mismos reflejos. Lo bebo y me bebe bebiendo lo bello, trayendo del pozo la borra del medio. Soy feliz y él se pierde, se derrama, se evapora, se traga, se extingue, se desaparece, se va.



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