Buscar y encontrar

Aquí la tierra se funde con mis manos

martes, 11 de octubre de 2016

Trabajos forzados





Trabajos forzados

Me inclino sobre  el poema jamás dicho. Me inclino, y me cuesta agacharme, hacia el verso que me falta. Hacia la palabra que endulza lo salado, que feminiza lo viril, que fecunda en su seno lo imposible. Que permanece, fluyendo. Que absorbe con su presencia el significado grandioso para librarlo después y a oscuras insignificante. Y me vuelvo siempre a inclinar sobre ese lenguaje que es revestido por la lengua, pero que rompe con el diccionario, con los poderes del sentido último. Rompiendo el cristal y la roca, las frases hechas, las metáforas conocidas, el peso de la historia. Y digo que me inclino porque no llego, porque está todo eso tan lejos, tan cerca, tan al reverso de la hoja, del muro, que ni siquiera un grafiti enrevesado podría decirlo, manifestarlo, darlo, abrirlo, mostrarlo.




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