A las afueras
Te vendrás como un pájaro pampero
desde adentro la tierra
para gracia de todo sueño y silencio.
Ni caballo te hará falta.
Te daré el nombre
y serás mi cierzo y mi bochorno,
mi compañera durante la noche,
las estrellas guiñándome el sendero
mi horizonte cielo donde se junta la tierra
con el aire azul francia
y un poco también un tren
que va para el lado del pueblo
Soledad, Mía Soledad.
Porque la soledad, Doña que pasa,
tiene paisaje y horizonte
a lo sumo un rancho en el medio de la pampa
donde poderse ver el mañana, el ayer
El pasado, el porvenir.
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