Buscar y encontrar

Aquí la tierra se funde con mis manos

miércoles, 25 de febrero de 2015

La verdad muerta



La verdad muerta


El diablo tiene cola de ratón y mentira en cuatro patas. Yo vivo en la esquina donde se cruzan las calles rotas y siniestras. Conozco todo. Aprendí de la parca, de la bajeza del mundo aprendí. No son los ángeles ni las canciones celestes lo que madruga esta arena. Del polvo vine a nacer y por eso no me importa que las bestias envenenen esta esquina. No me importa la verdad, ni tampoco la razón. Si te he visto, no me acuerdo. Acá nada es memoria. Y no puedo más que bendecir un holocausto rojo con la sangre de mil manos, y olvidar la historia que borraron los manuales de la escuela. Porque yo vivo la impotencia de los que lloran mientras un burlón dios magenta me vigila. Soy yo, la indiferencia y el olvido que no puede cantar. Una espada me apunta y me mata de a poquito. La verdad está teñida de esa espada y nadie, absolutamente nadie, será testigo de esos hombres, de esas bestias.




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