Buscar y encontrar

Aquí la tierra se funde con mis manos

sábado, 7 de noviembre de 2015

Me llamo silencio




Me llamo silencio


Palabras. No habrá más palabras sobre la Tierra. Silencio sepulcral donde un búho nos mira, donde un chimango se acerca. Silencios y más silencios repiqueteando como gotas de agua, cayendo a una laguna abismal, a una laguna profunda, seca. Ya no somos, ya no cantamos ni las canciones del pueblo, ni las letanías del sufriente, del agonizo; ya perdimos hasta la indignación de ni siquiera ser un ser humano. Bailamos con la muerte y con la parca como seducidos por la futilidad y la aniquilación de todo, la podredumbre del sol y la ausencia final de las sirenas. Ya no soporto las palabras. Ya me dan miedo seguir nombrando las cosas y las ideas como si de ellas pudiera sobrevenir una sonrisa, una mueca feliz, un sol. Prefiero la luna azul blancuzca colgada del cielo como una lámpara bonita. Así es, así ha de ser las últimas cosas humanas y demenciales. Así han de terminar los himnos y las odas. Silencio. Y final.



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