Buscar y encontrar

Aquí la tierra se funde con mis manos

domingo, 10 de abril de 2016

El Nego



El Nego

De vez en cuando veo la nada. Es, por su razón de ser, lo no sido, lo imposible, lo que no hay ni hubo, lo que jamás o nunca, lo que tampoco, lo que no será ni habrá, en este mundo o en cualquier otro. Lo que no. Nada es y no es nada. ¿Cómo conocerla sin caerme de esta parte del todo? Y si me paro sobre el abismo a contarlo deprisa, puedo decírtelo en penumbras: “No lo hay, no lo hubo; no es que la busque como sagrada aniquilación inquisidora (El No. Negada negatividad del Nego). No es que la quiera y la bendiga como si fuera parte de esto que tengo entre las manos. La nada no es cosa alguna, no es entidad entre los entes, sino todo lo otro que no es. Y como no es, me es emblemática por momentos, monumental por horas y esquizofrénica ahora.  Es no lo sido. Es entre todas las cosas lo no. No es.  ¿La hay?, ¿no la hay? No. Nada.  No lleva color ni sombras donde refugiar pedazos del Ser. Ausencias y presencias que no están. ¿Dónde estás? ¿Dónde? ¿Acaso fuiste alguna vez?



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