Buscar y encontrar

Aquí la tierra se funde con mis manos

sábado, 3 de febrero de 2018

Vestido





Si estuvieras tomándote un rizo, con la mano izquierda, y sonrieras al espejo con un gesto seductor; si estuvieras probándote el vestido rojo que compraste un día; si tuvieras esa delicadeza de lanzarme un beso rítmico y redondo, como aquellos caracoles que se arrastran con su baba; si entonces me miraras entre señora y niña; si quizá etiquetaras una selfie con nuestros nombres y apellidos; creo de seguro que amaría tus rulos, tus labios, tu vestido, tu sonrisa, como nadie pudo hacerlo en este vasto mundo. Pero todo ha sido un querer, un deseo del futuro, una voluntad voladora de marcas en la piel. Todo fue, como siempre son estas cosas, las ideas y los fantasmas; nada mío es tuyo, porque ese vestido no tiene dueña, no se ha comprado y reside en una vidriera boutique.





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